NAVIDAD 2002

NAVIDAD 2002

Mientras escribo, os voy acomodando a cada uno, una vez más, en mi mente, en mi corazón…

Igual que los rayos de sol anuncian el comienzo de un nuevo día, hoy estoy aquí ante vosotros, para ofreceros un nuevo té. El té es un balcón inquieto, pleno de fantasía, que se abre a muchos lugares del mundo desde la isla de Gran Canaria llena de luz y energía. Están próximas las Fiestas Navideñas y son muchos los acontecimientos que llenan esos días tan especiales. Renovados sentimientos de esperanza, de ilusión, de bondad y de amistad, que volverán a ser infundidos. Las sonrisas de los niños que esperan ansiosos la llegada de un Ser Mágico que les traerá regalos. La familia que vuelve a reunirse al completo tras un largo año de espera. El recuerdo de los seres queridos que ya no estan entre nosotros. Todo es luz y magia.

La luz iluminará nuestro árbol en forma de cientos de bombillas de colores. Quizás algunas estén gastadas de tanto uso y habrá que quitarlas con cuidado como aquellas personas que después de tantos años de vivencias al final pierden su color y se rompen. Quizás otras sean intermitentes como aquellos amigos que unas veces están y otras no, sabiendo que aunque su luz no nos llegue en algún momento volverán para iluminarnos. Quizás otras estén fundidas y lo mejor sera apartarla porque puede que estropeen las demás luces. Quizás otras parpadeen y necesiten un pequeño apretón para que luzcan como siempre, como el buen amigo que un día te das cuenta que tienes olvidado y necesita del abrazo de tu llamada para salir adelante. Pero sin duda alguna todas ellas volverán a estar fijas en nuestros recuerdos en esos días para que su luz se funda con la nuestra.

Sepamos siempre mantener una llama encendida, sin miedo a las corrientes …

Otra Navidad más compartimos el té, pero todos sabemos que es una circunstancia en la que prima por encima de todo la armonía, la palabra y la amistad. Recuerdo con cariño las palabras de mi abuela: "en la vida, hija mía, intenta siempre atar nunca deshacer."

Y es lo que pretendo con estas reuniones, donde pongo cantidad de tiempo y esfuerzo que se requiere para hacerlo bien. No es el mero hecho de sentarse a una mesa, sino es compartir nuestras vidas, Magia y luz para trasmitirla a otras personas unificando nuestras energías y así conseguir el espíritu de buena voluntad entre los habitantes de la Madre Tierra.

Me despido con solo tres letras, con un gran significado, PAZ.

Nuestras energías y mi cariño hoy van para unos grandes amigos, Domingo Lloria y su esposa Mari Carmen Abascal, de Gran Canaria y para Giovanna Meloni y su esposo Sergei Skuhrovsky, de Verona.

Felices Fiestas……

Las Palmas de Gran Canaria,  a 10 de Noviembre de 2002